Publicado en Flores en la pintura y artesanía con flores, plantas y árboles

El herbario de Emily Dickinson

No es la primera vez que traigo al blog a mujeres destacadas en el campo de la botánica. Marianne North y Marianne Ellis Rowan fueron dos destacadas naturalistas que no solo describieron nuevas especies en sus exploraciones científicas sino que supieron captarlas fielmente y llevarlas a su dibujos.

«Los botánicos siempre han destacado el rigor y la fidelidad de la obra de North, al margen de su valor artístico, poniendo en relieve la formación botánica de la pintora que le permitió no solo identificar especies ya conocidas, sino también catalogar como nuevas muchas otras». Un árbol de las islas Seychelles y cuatro especies de Borneo y Sudáfrica fueron bautizadas con su nombre.

https://vivirentreflores.wordpress.com/2018/09/29/flores-en-la-pintura-lxxix-marianne-north/

https://vivirentreflores.wordpress.com/2018/10/08/flores-en-la-pintura-lxxxi-marianne-ellis-rowan/

En esta ocasión traigo al blog a Emily Dickinson para hablar de su herbario.

Las mujeres han hecho importantes contribuciones a la ciencia prácticamente desde sus inicios, aunque los hombres se empeñaran en cerrarles las puertas y tuvieran que hacerlo entrando por la puerta trasera, aunque su contribución no haya sido reconocida o lo haya sido de forma tardía. Esas contribuciones estaban limitadas, evidentemente, debido a la exclusión que tenían las mujeres de la mayor parte de las comunidades científicas, aunque a partir del siglo XIX comenzaron a ser admitidas de forma puntual en diferentes sociedades científicas.

Eso fue precisamente lo que ocurrió con la Academia de Amherst, que hasta 1838 fue solo para hombres y a partir de ese año se abrió por primera vez la inscripción para niñas. Emily Dickinson podía considerarse afortunada, ya que fue inscrita en esta institución en 1840. Y digo afortunada no solo porque fuera una mujer en una institución que hasta hacía poco había estado reservada para hombres sino porque la Academia de Amherst contaba con científicos y profesores reconocidos. En 1848, cuando Dickinson tenía dieciocho años, se construyeron gabinetes para guardar las colecciones y un observatorio astronómico. Aunque la escritora ya había empezado a estudiar botánica desde los nueve años y había ayudado a su madre en el jardín a los doce, la Academia de Amherst acabó de estimular su interés por las ciencias naturales: conoció desde bien pronto, mucho antes de escribir poemas, los nombres de todas las constelaciones y estrellas, y se entregó entusiasmada al estudio de la botánica.

http://lapiedradesisifo.com/2018/03/31/el-herbario-de-emily-dickinson-ciencia-y-poesia-juntas/

Desconozco si la imagen inferior de Yelena Bryksenkova está inspirada en Emile Dickinson

https://creciendoentreflores.wordpress.com/2017/10/09/ilustradoras-que-aman-las-flores-ii-secando-flores-yelena-bryksenkova/

Cuando Dickinson tenía nueve años comenzó a estudiar botánica y con doce ayudaba a su madre en el jardín,

pero no fue hasta que ya de adolescente asistió al seminario femenino Mount Holyoke cuando empezó a interesarse por la botánica como una ciencia.

  

Emily Dickinson es una de las poetisas más importantes e influyentes del siglo XX. Su vida ha sido objeto de biografías, estudios, libros y hasta de películas como la estrenada el año pasado Historia de una pasión.

La biblioteca de la Universidad de Harvard ha colgado en la red el herbario completo que la poetisa Emily Dickinson realizó entre los años 1839-1846. Gracias a la digitalización de este precioso cuaderno de tapas verdes, este documento es accesible a todo el público. Hasta hace poco ni siquiera los investigadores podían consultarlo porque la integridad de los materiales y del mismo cuaderno estaba gravemente amenazada.

https://mujeresconciencia.com/2017/06/02/poesia-botanica-herbario-emily-dickinson/

http://www.faena.com/aleph/es/articles/el-herbario-de-emily-dickinson/

https://www.brainpickings.org/2017/05/23/emily-dickinson-herbarium/

MªÁngeles Pozuelo

 

Deja un comentario